Miley Cyrus quiere romper con el machismo de la industria cultura

10/22/2010 | Público por Luisa Dlugokenski | Noticias

Una nueva polémica surgió en torno a Miley Cyrus de 17. Los padres de los fans de la cantante joven se horrorizó al videclip pasado a la niña: "¿Quién es dueño de mi corazón", que también muestran la sensualidad de alto, está llena de insinuaciones lesbianas.Grupos conservadores piden que los canales no se ven el vídeo y, además, exigir una disculpa del cantante, quien recientemente dijo que no tomaría mucho más de la imagen de chico bueno.
Resulta que, aunque nos estamos acercando al final de la primera década de este siglo, la industria aún requiere de ciertos valores culturales a sus artistas nos llevan de vuelta a los tiempos más oscuros del siglo pasado. Sin embargo, se puede observar es que los nombres de la música han roto recientemente con este grupo de opresión predominantemente masculina.
Por mucho que los padres y de los medios de comunicación están haciendo una campaña contra las actitudes de Miley Cyrus, ya ha dicho que no va a volver atrás y cambiar alrededor de su trabajo apenas comienza. Para tener una idea absurda de la semana, pasada, cuando su video musical se estrenó en MTV Brasil, dos ponentes han puesto de acuerdo a las llamadas de los padres. Ellos argumentaron que debía esperar a completar 18 años en llegar "más descarado".
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Los tres jóvenes (Miley Cyrus, Lindsay Lohan y Christina Aguilera) son víctimas de la industria cultural misma: por un lado, están felices de conocer de esa manera, ya que aumenta la venta de productos relacionados con sus respectivos nombres. Pero en el otro extremo, la industria cultural misma hace una campaña moralista de estas chicas que se callara y, preferentemente, dentro del gabinete.
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Aguilera, Lindsay y Miley desde la pre-adolescencia se corresponden con el clic de las cámaras. Se perpetuaron como las niñas de la familia, los representantes auténticos de la TFP (Tradición, Familia y Propiedad). Sin embargo, creció y se ganó la conciencia y la crítica.Los deseos ya no son los de la adolescencia. Sin embargo, a los ojos de la sociedad estadounidense y su negocio, siguen siendo "buenos" y los heterosexuales.